23 de setiembre

Hoy partimos no sin algo de emoción de SF. Hermosa ciudad llena de vivencias. A pesar de no ser temporada alta de turismo nos ha quedado la impresión que aquí nunca falta el viajero que disfruta descubriendo este mundo de color y blanco y negro.

Otra de las cosas que descubrimos es que el Golden Gate Bridge se suele cubrir con un belo de niebla que no permite verlo si él no quiere. Como una odalisca te deja intuír una belleza que apenas está y no. Parece que la niebla es un protagonista más de esta ciudad. Gracias a este fenomeno puedes estar en verano hermoso al sol y con un cielo azul intenso y tres cuadras más adelanta de campera de invierno, de gorro por el frío, el viemto y la oscuridad. Se puede elegir.

Hoy fuimos a buscar finalmente el auto para empezar la parte de la ruta. Muy bien hasta ahora todo. Me he dado cuenta que yo no ando despacio en auto es que mi estilo es el americano. Nada más. Me encanta su manera de pasarte por donde se puede, nadie se molesta, son super respetuosos, nadie se te pega atrás, en las esquinas donde dice stop paran totalmente el auto hasta ver que no hay nada de nada y vuelven a tomar su marcha. Regios ellos y yo finalmente entre los que me entienden.

Para mamá ha resultado un poco cansadora la movida. Es bastante trajín pero a veces la tengo que parar. Me lleva al trote!

Ahora estamos ya en medio de la naturaleza con mayuscula y con este aire se nos va a pasar hasta el yetlag!

Espero tener algo bonito para mostrar mañana del paseo por el parque Yosemite. Será la foto tresmillonesima de la misma roca pero esta la sacaremos nosotras.